El paludismo llegó a afectar cerca de un tercio de la población venezolana hacia finales de la década de 1920 y mediados de 1930. Sin embargo, con la inauguración de la Dirección Nacional de Malariología y Saneamiento Ambiental en 1936 –a cargo del especialista en enfermedades tropicales Arnoldo Gabaldón– esta enfermedad llegó a erradicarse casi definitivamente de la geografía nacional.
Sin embargo, desde 2016 se ha presentado un incremento alarmante de los casos sobre todo en los estados Bolívar, Sucre y Zulia. Hoy día se mantienen encendidas las alarmas.
Supuesto Negado conversó con José Carlos González, especialista en malaria y director regional de salud ambiental de Mérida para conocer las políticas nacionales de erradicación del vector transmisor, cuándo empezó la reaparición de la enfermedad, cómo se encuentra Venezuela en comparación con otros países de Latinoamérica y finalmente, los indicadores en la zona andina.
Muy pedagógico en su explicación, González recordó que la historia epidemiológica mundial reseña que la malaria o paludismo data del año 2.700 A.C. y la ubica en China.
En Venezuela, por sus características tropicales, fue una enfermedad con una incidencia negativa muy importante durante décadas hasta que se consiguió la erradicación total –fue el primer país en conseguirlo, por allá a finales de la década de 1940–. “El milagro” se debió a una intensa campaña nacional con un novedoso método de fumigación utilizando DDT (Dicloro Difenil Tricloroetano).
Oficialmente, en 2016, Venezuela reportó 245 mil casos y una muerte, mientras que la Organización Mundial de la Salud estimó que el número de contagios ascendió al menos a 300 mil y los decesos a 280. Para 2017, la OMS estima que al menos se dieron 406 mil casos.
Hace unos meses hubo un gran revuelo por la “epidemia” de malaria en Venezuela ¿Cómo ha sido la dotación de medicamentos y materiales necesarios para su control?
Hay que ser responsables. Si bien es cierto que se trataba de una enfermedad erradicada en el país y que su resurgimiento debe encender las alarmas epidemiológicas, no se puede catalogar como una epidemia. No se ha presentado de forma aguda, ni masiva.
A propósito de algunos casos de pacientes que venden criminalmente sus tratamientos otorgados por el Estado en forma gratuita, ahora el ministerio cambió la norma de distribución de los fármacos para esta patología. Cada seccional de salud entrega un listado de pacientes positivos y busca exclusivamente los medicamentos para dichos casos.
Ni siquiera el aumento de los casos es exclusivo de nuestro país. En Brasil también la enfermedad presenta un incremento
¿Cómo está Venezuela en comparación con otros países de la región?
Estamos mal, la situación actual no se había visto. Hay un incremento sostenido que hay que atender. Sin embargo, no es cierto que la enfermedad se haya erradicado en los países vecinos y seamos el único. Está presente en casi todos los países latinoamericanos excepto los del cono Sur. Ni siquiera el aumento de los casos es exclusivo de nuestro país. En Brasil también la enfermedad presenta un incremento.
Por la crisis económica que atraviesa el país, tenemos fallas puntuales sobre todo en el transporte y los materiales para mantener las campañas antipalúdicas, sin embargo, hay una voluntad expresa en luchar contra la enfermedad y eso se evidencia en que a todos los pacientes positivos se les ha garantizado el tratamiento.
Algunos –hay que decirlo– van a la frontera a comprar el tratamiento que aquí se suministra gratuitamente.
es de vital importancia conocer el foco de contagio que se produce por la picadura del mosquito anófeles
Para finalizar pongamos el foco en lo local ¿Se han muerto pacientes por malaria en Mérida?
No, no hay decesos por malaria hasta el momento. A menos que el paciente pase meses sin tratamiento es una enfermedad que si se diagnostica rápidamente puede ser combatida.
Mérida, al igual que el resto del país, entró en fase de erradicación de la enfermedad hace unos 30 años. Tuvimos bajos episodios locales de transmisión en los 90, 2000 y 2001. Hasta noviembre del año pasado no se habían presentado episodios de transmisión local reciente.
Para el estudio y control de esta enfermedad es de vital importancia conocer el foco de contagio que se produce por la picadura del mosquito anófeles –que es el vector más común de la malaria–. Por ello, la importancia de determinar si se trata de casos “importados” o, por el contrario, la exposición fue en el propio sitio.
Por las características turísticas el estado Mérida recibe muchas personas de otras latitudes. Hoy día por la situación económica del país, algunos van a trabajar al estado Bolívar y se exponen a la enfermedad allá. El 85% de los casos detectados aquí (320 en 2017) provienen de Bolívar. Un porcentaje menor viene del municipio Sucre en el Zulia, fronterizo con nuestro estado andino.
Actualmente se han detectado 150 casos de malaria en Mérida. De ese porcentaje solo 1% es de transmisión local. Nuevamente la mayor incidencia proviene de Bolívar y en menor cuantía del Zulia.
“Esos estados, junto a Amazonas y Barinas son la prioridad. En Mérida, a pesar de colindar con uno de los estados en situación crítica, hemos evitado que la enfermedad se disperse. Decidimos ubicar una demarcación de salud más cerca en Nueva Bolivia, para ayudar a Caja Seca donde la incidencia del vector es importante”, comentó.
Medidas urgentes
A pesar de que la Asamblea Nacional en desacato aprobó el año pasado un acuerdo sobre “la grave situación de salud del país con la reaparición de enfermedades como la malaria, difteria y escabiosis”, más de 11 millones de unidades de medicamentos están disponibles para ser distribuidos en el Plan de Control Vectorial de Lucha contra la Malaria.
La cruzada, que cuenta con el acompañamiento de la Organización Panamericana de la Salud (OPS) empezó a aplicarse en seis estados priorizados: Bolívar, Sucre, Delta Amacuro, Amazonas, Anzoátegui y Monagas.
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Por Edgar Ramírez Ramírez / Supuesto Negado