Militantes del partido Primero Justicia aseguran que mientras Julio Borges estaba reunido con la plana mayor de los Estados Unidos, Mike Pence, vicepresidente, y Nikki Haley, Embajadora ante la ONU, para pedir nuevas agresiones contra Venezuela, paralelamente también estaba formalizando su solicitud de asilo en la tierra de las hamburguesas.
Hasta ahora esta información no ha sido confirmada y solo es un rumor del cotilleo político aquí y allá.
Sea o no cierto, pocas personas en Venezuela mantienen una agenda internacional tan agitada como la del diputado de la Asamblea Nacional en desacato, Julio Borges. Ya quisiera uno poder contar con todas esas millas de viajero frecuente.
La última semana estuvo en Washington, “liderando” la delegación criolla que aplaudía excitada –políticamente hablando– la nueva injerencia estadounidense, esta vez en la voz del vicepresidente Mike Pence.
El segundo al mando en la Casa Blanca, aseguró ante la sesión permanente de la Organización de Estados Americanos (OEA) sobre Venezuela, que el expresidente del parlamento era, junto a Carlos Vecchio, David Smolansky y Antonio Ledezma, “grandes defensores de la democracia en su patria y merecen nuestro respeto”.
Una vez más, Pence exigió suspender las elecciones presidenciales pautadas y además anunció nuevas acciones de EEUU en contra de funcionarios venezolanos.
También se comprometió a entregar 16 millones de dólares en “ayuda humanitaria” para “refugiados venezolanos” en Colombia y Brasil. Obviamente, los compas que se fueron son migrantes económicos pero llamarlos de esa forma no genera tanto show.
Valga comentar que el prófugo de la justicia venezolana y líder de Alianza Bravo Pueblo, Antonio Ledezma, opacó al resto de sus acompañantes y no anduvo por las ramas con Pence: le exigió al número dos de la White House una intervención militar contra Venezuela.
De reunión en reunión se consolida el bloqueo
Además de su entusiasta coro a Mike Pence, Borges también se reunió con el secretario de Estado adjunto gringo, John Sullivan y con la embajadora de Trump ante la ONU, Nikki Haley para abordar “la crisis humanitaria, política y electoral”.
En la única verbena que no participó fue en la que le hicieron al senador cubano americano, Marco Rubio. Según la prensa mayamera, la ausencia de Borges indica las diferencias existentes con el congresista del Sur de Florida.
La gira contra Venezuela no se circunscribe exclusivamente a la tierra del Tío Sam. En septiembre del año pasado Julio Borges encabezó un periplo por Europa. Allí rogó el bloqueo financiero ante los mandatarios Mariano Rajoy (España), Enmmanuel Macron (Francia) y Angela Merkel (Alemania).
Como parte de sus logros, muchas empresas del viejo continente le hacen el feo a Venezuela y la Eurocámara se sumó a las instancias injerencistas que exigen suspender las próximas elecciones presidenciales –que dicho sea de paso exigían con vehemencia hasta que se establecieron.
Hasta Henri Falcón critica los viajes
El candidato Henri Falcón dijo que le gustaría hablar con Julio Borges, “pero aquí en Venezuela, yo no tengo tiempo de ir al exterior”.
El ex gobernador de Lara pretende debatir con los abstencionistas cuál es el plan posterior al 20 de mayo y aprovechó para tirarle la punta a Borges quien hasta el momento no ha dado respuesta.
Por su parte, el presidente Maduro insiste en que “más temprano que tarde” Borges irá a la cárcel por traidor y vendepatria.
Claridad en la calle y oscuridad en la casa
Mientras Julio Borges pregona por el mundo la unidad de la oposición criolla contra la dictadura de Maduro, aquí en Venezuela, la tolda aurinegra enfrenta una fuerte división interna.
De un lado están los que tomaron partido con él en el llamado a la abstención, y por otro –un grupo minoritario– acompaña a Henrique Capriles quien coquetea con la idea de apoyar públicamente a Henri Falcón en su intento presidencial.
Los justicieros, al igual que el resto de la coalición antichavista, saben muy bien que su partido pierde influencia nacional mientras sus dos líderes, Borges y Capriles, andan en lo suyo. Uno haciendo política exterior para buscar más sanciones contra los venezolanos y el otro inhabilitado políticamente y tratando de hacer algún aspaviento por las redes.
No es un dato menor que PJ podría ser historia ante las resoluciones del Consejo Nacional Electoral en donde se establece que las organizaciones políticas que no participen en la elección presidencial quedarán por fuera.
La insolente planta extranjera…
A pesar de los esfuerzos por arreciar el cerco y asfixia contra el pueblo y el gobierno venezolano, esto no ha resultado como deliran los pro invasión:
1.- La VIII Cumbre de las Américas fue un fiasco por los casos de corrupción destapados en su interín y el impacto que resultó la ausencia de Donald Trump y otra decena de presidentes.
2.- En la OEA aún no existe consenso para arremeter directamente contra Venezuela aunque en mayo se convocará una nueva reunión para intentarlo.
3.- Algunos países han anunciado expresamente que no apoyarán sanciones aunque hayan firmado el comunicado del Grupo de Lima (14 países más Bahamas y EE. UU).
4.- Los intereses chinos y rusos (financieros, energéticos y geopolíticos) en Venezuela ejercen una importante disuasión que delimita las líneas rojas de la presión foránea contra Venezuela.
Aunque el gobierno de Trump mantiene que las sanciones no son contra el pueblo, tanto el sistema financiero nacional como la población trabajadora son víctimas del bloqueo financiero impuesto por EE.UU.
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Por Edgar Ramírez / Supuesto Negado