LA CIBERGUERRA NO SON UN CUENTOS DE CAMINO

Qué tiene que ver Sun Tzu y Clausewitz con la Ciberguerra. El analista Gokai Moreno te lo explica.


El conocimiento tiene que convertirse en capacidad (…)  Por lo tanto, al asimilar completamente
el conocimiento y acoplarlo a su propia mente y a su propia vida, lo transformará en una habilidad real.
Karl von Clausewitz. De la Guerra (1)

Si la curiosidad va más allá de los cuentos de camino, podría indagar en las investigaciones de la Corporación RAND sobre la CIBERGUERRA. RAND es uno de los más citados Think Tanks (tanques de pensamiento) estadounidenses que forma parte de las Fuerzas Armadas de los Estados Unidos de América.

Mucho se ha repetido lo siguiente: “Conoce a tu enemigo y conócete a ti mismo; en cien batallas, nunca saldrás derrotado. Si eres ignorante de tu enemigo pero te conoces a ti mismo, tus oportunidades de ganar o perder son las mismas. Si eres ignorante de tu enemigo y de ti mismo, puedes estar seguro de ser derrotado en cada batalla”.

Como ha dicho Sun Tzu: Generalmente, la mejor política en la guerra es tomar un Estado intacto; arruinarlo es inferior. Capturar el ejército enemigo entero es mejor que destruirlo. Tomar intacto un regimiento, una compañía o un escuadrón, es mejor que destruirlo. Conseguir cien victorias en cien batallas no es la medida de la habilidad: someter al enemigo sin luchar es la suprema excelencia.

De este modo, lo que es de máxima importancia en la guerra es atacar la estrategia del enemigo. Lo segundo mejor es romper sus alianzas mediante la diplomacia. En tercer lugar viene atacar a su ejército. Y la peor de todas las estrategias es atacar ciudades.

Para dos de sus investigadores John J. Arquilla y David F. Ronfeldt (2), la revolución de la información está transformando la visión de la guerra. Ya no tendremos las masivas batallas sangrientas llenas de desgaste.

En lugar de ello, fuerzas de tareas pequeñas con gran movilidad, armados con información en tiempo real proveniente de los satélites, computadores y sensores de campo de batalla, van a atacar con velocidad de la luz en los lugares más inesperados.

El vencedor será aquel actor que pueda explotar la información para dispersar la bruma que la situación o el enemigo han creado en el campo de batalla; y además, envolver al enemigo en “bruma”, afectando toda su capacidad de percepción y procesamiento de información.

Utilizar la información para paralizar y derrotar al enemigo, en eso consiste la guerra de información que utilizan las redes y la telemática.

Los vencedores de las guerras del presente pueden concentrar su potencia de fuego rápidamente en los lugares más inesperados, con sistemas de comando, control e información de calidad superior, además descentralizados para permitir iniciativas tácticas, proporcionando a los mandos centrales una inteligencia de combate sin precedentes, sintetizada en “percepción superior” para los propósitos estratégicos.

Las guerras del presente tienen mucho que aprender de las “hordas” de los mongoles en el siglo XIII. Ellos conquistaron y mantuvieron durante más de un siglo el imperio continental más grande jamás visto, utilizando como clave del éxito el dominio absoluto de la información en el “campo de batalla”.

Los nuevos cambios tecnológicos de la información y la comunicación también transformarán los modos de hacer las guerras. La información cruza fronteras, vuelve a trazar los límites de los oficios y servicios, y, por lo general, obliga a los sistemas cerrados a abrirse.

¿Qué es la guerra en red?

La guerra en red se refiere a un conflicto relacionado con la información a un gran nivel entre naciones o sociedades. Significa tratar de perturbar o dañar lo que una población objetivo percibe, siente, sabe o piensa que sabe sobre sí mismo y el mundo que lo rodea. Una guerra de redes puede centrarse en la opinión pública o de élite, o ambos. Puede tratarse de la diplomacia, propaganda y campañas psicológicas, subversión política y cultural, el engaño o interferencia con los medios locales, la infiltración de las redes informáticas y bases de datos, y los esfuerzos para promover los movimientos disidentes o de oposición a través de redes informáticas o telemáticas.

En contraste con las guerras económicas que se dirigen a la producción y distribución de bienes, y a las guerras políticas que tienen como objetivo el liderazgo y las instituciones de un Gobierno, las guerras en red se distinguen por su focalización de la información y las comunicaciones.

¿Qué es la Ciber-Guerra?

La guerra cibernética se refiere a la realización de las operaciones militares de acuerdo con los principios relacionados con la información. Significa perturbar o destruir los sistemas de información y comunicación. Significa tratar de conocer todo sobre un adversario, manteniendo el adversario ciego o confundido sobre el conocimiento acerca de nosotros mismos.

Guerra cibernética significa convertir el “equilibrio de la información y el conocimiento” a favor de uno, sobre todo si la relación de fuerzas no lo es. Significa utilizar los conocimientos de modo que se gaste menos capital y menos trabajo.

Esta forma de guerra puede implicar diversas tecnologías, en particular para sistemas de mando y control, para la recogida de información, procesamiento y distribución, para las comunicaciones tácticas, posicionamiento, identificación amigo-enemigo, y para los sistemas de armas “inteligentes”, para dar solo algunos ejemplos. También puede implicar enceguecer electrónicamente, generar atascos informáticos, engañando, sobrecargando y metiéndose en los circuitos de información y comunicación de un adversario.

La interrogante que surge es: ¿cómo y dónde colocar los tipos de ordenadores, sensores, redes y bases de datos pueden llegar a ser tan importante como la cuestión una vez fue para el despliegue de bombarderos y sus funciones de apoyo?

La guerra cibernética puede ser en el siglo 21 lo que era la guerra relámpago en el siglo 20. Como mínimo, la ciberguerra representa una extensión de la importancia tradicional de obtención de información en la guerra: que tiene el mando superior, control, comunicaciones e inteligencia y tratando de localizar, leer, sorprender y engañar al enemigo antes de que él haga lo mismo con usted.

Redes versus Jerarquías

Desde un punto de vista tradicional, una fuerza militar es una institución cuya  forma normalmente es la jerarquía, y los militares, en particular, dependen en gran medida de la jerarquía.

Sin embargo, la revolución de la información está destinada a erosionar las jerarquías y volver a dibujar los límites en torno a que las instituciones y sus oficinas se construyen normalmente.

Los mongoles, un ejemplo clásico de una fuerza antigua que luchó de acuerdo con los principios de la ciberguerra, se organizaron más como una red que como una jerarquía.

También las fuerzas combinadas de Vietnam del Norte y el Viet Cong, una potencia militar relativamente menor derrotó a una gran potencia moderna operando más como una red que como una institución jerárquica.

Hay que prestarle atención  a la Cyberwar, pues  significa, en resumen, interrumpir o destruir la información, así como los sistemas de comunicaciones del oponente. Los objetivos ya no son la sangre derramada, sino las redes neuronales hasta paralizarlo y derrotarlo.

Con la Ciberguerra se puede paralizar a un Estado, incluso a un país. No son cuentos de camino.

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Por Gokai Moreno / Supuesto Negado

1. Karl von Clausewitz. De la guerra. http://lahaine.org/amauta/b2-img/Clausewitz%20Karl%20von%20-%20De%20la%20guerra.pdf

2. Cyberwar and Netwar: New Modes, Old Concepts, of Conflict. John J. Arquilla and David F. Ronfeldt.

http://www.rand.org/pubs/periodicals/rand-review/issues/RRR-fall95-cyber/cyberwar.html