Estados Unidos no ha intervenido militarmente a Venezuela porque solo dos o tres países de los que apoyan a Juan Guaidó están frontalmente de acuerdo con ese tipo de acciones. Emprender una invasión destruirá la coalición, aseguró el delegado especial de Donald Trump para Venezuela Elliott Abrams en unas declaraciones poco difundidas hasta ahora.
En una entrevista concedida a representantes del Instituto Empresarial Americano (AEI), un tanque de pensamiento de ultraderecha de Washington, funcionó la premisa del refrán: “el niño que es llorón y la madre que lo pellizca”. Los periodistas Danielle Pletka y Marc Thiessen, de evidente tendencia fascista, interrogaron a Abrams, quien soltó la cartilla completa de la estrategia golpista de Estados Unidos contra Venezuela.
Abrams admitió abiertamente que tanto Trump como él, por el lado estadounidense, y Juan Guaidó, por el de Venezuela, están frustrados por la falta de resultados políticos, luego de siete meses de haber ejecutado la jugada de la autoproclamación.
En esta interacción con un medio de comunicación plenamente alineado con su enfoque político, Abrams demostró que practica primorosamente la doctrina Pompeo de “engañar, mentir y robar” , a tiempo que admite descaradamente que lo hace.
En la conversación quedan remarcadas las líneas fundamentales de la camarilla gobernante de EE.UU. sobre Venezuela y se hace evidente la sumisión total del autoproclamado Guaidó y de su equipo a dicha estrategia.
Chávez era electo, Maduro no
Abrams sostuvo la tesis de que el comandante Hugo Chávez era un presidente electo por el pueblo, mientras Maduro no lo es, lo que justifica los intentos abiertos de EE.UU. por derrocarlo. Abrams ignora sin ninguna explicación las elecciones ganadas por Maduro en 2013 y 2018 cuando dice: “Chávez fue inicialmente elegido democráticamente como un líder popular. Estaba persiguiendo políticas que no nos gustaban, pero sabes que es asunto suyo. Quiero decir, fue elegido democráticamente como un presidente. Luego murió y Maduro, que había sido vicepresidente, se hizo cargo y estos últimos años bajo Maduro, los últimos seis años han sido los peores por mucho”.
No explicó (y los entrevistadores no se lo preguntaron) por qué si Chávez era un presidente electo democráticamente, Washington conspiró igualmente contra él desde los primeros días de su Gobierno y celebró su derrocamiento en abril de 2002.
Pese a esa diferenciación favorable al líder bolivariano, Abrams abarca a ambos presidentes con el mismo manto de descalificación. Dice que Venezuela ha sido destruida por los Gobiernos revolucionarios, al punto de solo ser comparable con un país en el que hubiese ocurrido una guerra o un desastre natural de grandes proporciones.
Carga para los vecinos
Abrams dibuja la situación regional tal como la ve la clase dominante de EE.UU. y sus sucursales latinoamericanas: el continente es un área de democracias respetuosas de los derechos humanos y económicamente pujantes, con la excepción de Venezuela, que es un factor de desestabilización para esos países. “La carga sobre los vecinos es enorme; Perú, Ecuador, principalmente Colombia, donde hay más de un millón y medio de refugiados venezolanos. Las islas holandesas Aruba, Curazao: enormes comunidades dado el pequeño tamaño de esas islas”, sostuvo.
El funcionario fuerza la barra para presentar la situación de los migrantes venezolanos como una eventual amenaza contra el propio EE.UU. De esa manera alineó el propósito de derrocar al Gobierno venezolano con la política antiinmigración de Trump. Aquí va este verdadero malabar retórico: “Venezuela está desestabilizando a toda la región. Quiero decir, cuando tienes un flujo de refugiados que ahora es de cuatro millones rumbo a cinco millones y si no pasa nada en Venezuela serán seis, serán siete. Puede desestabilizar a todos los países de la región, luego ir al norte hacia las islas y, finalmente, hacia los Estados Unidos. Estamos hablando de un flujo masivo de refugiados que tiene que ser motivo de preocupación para nosotros”.
Culpa de Obama
Abrams, aviesamente célebre por sus actuaciones a favor de dictaduras de ultraderecha en Centroamérica en tiempos de los republicanos Ronald Reagan y George Bush padre, responsabilizó al Gobierno de Barack Obama (Partido Demócrata) de haber sido demasiado blando con Maduro. “El Gobierno de Obama realmente le coqueteó por debajo de la mesa al régimen de Maduro y no lo hizo retroceder particularmente en el lado de los derechos humanos y pensó que podía tratar con ellos tanto como lo hicieron con Cuba. Lo peor de este declive desde el punto de vista político, económico y desde el punto de vista humanitario fue bajo la administración de Obama, y creo que tienen mucho por lo qué responder”, expresó.
Vuelve el Eje del Mal
Abrams, quien se encargó de los trabajos más sucios en Nicaragua, Guatemala y El Salvador en tiempos de la Guerra Fría (incluyendo la Masacre del Mozote), enarbola una vez más la tesis del Eje del Mal, en la que todos los países que no acepten los dictámenes de EE.UU. pasan a encarnar todos los rasgos negativos y perversos. “Estamos hablando de los cubanos, los rusos, los chinos, que sabemos han tenido a Cuba durante mucho tiempo, pero en realidad no han tenido nada en América del Sur. Ahora encuentras miles y miles de agentes de inteligencia cubanos en Venezuela. Encuentras a Maduro in extremis ahora acercándose a Irán. Desde el punto de vista de la seguridad nacional, este no es un asunto trivial. No quiero exagerar, pero es algo de lo que obviamente debemos preocuparnos”, dijo el entrevistado.
¡El petróleo!
En su enumeración de factores que explican el terco empeño estadounidense contra el Gobierno de Venezuela, Abrams llegó por fin al punto nodal: el petróleo. “Hay un solo mercado global unificado de petróleo, y por eso es lógico que debamos preocuparnos por lo que realmente sigue siendo la más grande reserva de petróleo en el mundo”.
El factor Cuba
Como buenos anticomunistas, tanto los entrevistadores como el entrevistado recurrieron al tema de Cuba, la más antigua obsesión de la ultraderecha estadounidense. En el cuadro que pinta el “enviado especial”, los cubanos sostienen a Maduro en el poder. “Los más involucrados son los cubanos porque están obteniendo, el mes pasado, alrededor de 80.000 barriles diarios de petróleo gratis. Esto los salva. Después del colapso de la Unión Soviética, la economía cubana colapsó y lo que los salvó fue el petróleo venezolano de Hugo Chávez y ahora de Nicolás Maduro. No veo cómo la economía de Cuba sobrevive sin eso, así que están desesperados por mantener a Maduro en su lugar”, alegó.
Para sostenerlo en el poder, tienen unos 2 mil 500 agentes de inteligencia en el ejército, en la Guardia Nacional, en todas las agencias de inteligencia. Y para darle una idea de cuán profundamente están en esto, el grupo de guardaespaldas personal que rodea a Nicolás Maduro no está formado por venezolanos, sino por cubanos. Creo que los cubanos son el sistema nervioso central de este régimen. Si preguntas, si la situación es terrible, ¿por qué no ha actuado el ejército, por qué no hay un golpe? Creo que la respuesta son los cubanos porque impregnan el alto mando. Están espiando a todos. Cualquier general sabe que si se involucra en cualquier tipo de trama golpista, no importa cuál, discusiones en las que dices que no estás contento con la situación y que algo tiene que cambiar, probablemente terminarás siendo torturado en una prisión venezolana y tal vez termines muerto”.
Los rusos oportunistas
Al hablar sobre el papel de Rusia en el conflicto venezolano, Abrams insiste en presentar a EE.UU. como “el muchacho de la película” que lucha contra toda clase de villanos. “Los rusos ven esto principalmente como una forma de meternos el dedo en el ojo. Esto es clásico de Putin. Es bastante barato para ellos, pero son muy útiles para el régimen”.
Abrams presenta a los rusos como grandes oportunistas que se aprovechan de que Venezuela les ha solicitado ayuda para enfrentar las medidas coercitivas impuestas unilateralmente por EE.UU. “A Rosneft, la compañía petrolera, a su presidente Igor Sechin, quien es uno de los grandes amigos de Putin, les dijeron: ayúdennos a vender el petróleo que no podemos vender a los estadounidenses, ayúdennos a comprar productos refinados que necesitamos, ayúdennos con el financiamiento, encuéntrennos un banco. Pero los rusos también se están aprovechando financieramente. Hace un año, el verano pasado, Venezuela le debía a Rosneft ocho mil millones de dólares. A finales de este verano se reducirá a alrededor de mil millones. Entonces, están tratando de salir, están tratando de sacar su dinero y, por cierto, venden, por ejemplo, productos refinados como gasolina, queroseno, con un gran margen comercial y compran el petróleo con un gran descuento. Realmente están exprimiendo a Venezuela mientras pueden hacerlo. Esos son sus grandes amigos y aliados”.
En un gesto típico de la diplomacia entre potencias, Abrams se permite lanzar supuestas infidencias rusas. “Lo que nos han dicho los rusos en privado es: ‘No nos importa mucho Nicolás Maduro. Maduro puede ir o venir, pero tenemos inversiones legítimas en Venezuela que queremos mantener’. Y lo hacen, quieren mantener este punto de apoyo en América del Sur. No lucharán por ello, no están poniendo dinero nuevo. Sacan dinero, pero mientras puedan quedarse lo harán. Principalmente para mostrarnos: ‘creen que es su hemisferio, estadounidenses, pero nosotros también estamos allí’”.
600 millones de El Aissami
Acicateado por uno de sus entrevistadores, Abrams habló de Tareck el Aissami como supuesto nexo entre Venezuela y el terrorismo islámico. Aunque EE.UU. no ha mostrado los datos concretos, este representante especial de Washington para Venezuela se atreve a afirmar públicamente que al ministro y exvicepresidente le han congelado en EE.UU. fondos por el orden de los 600 millones de dólares.
El narcotráfico
Naturalmente, en los alegatos de un alto cargo de EE.UU. acerca de Venezuela no podía faltar el tema del narcotráfico visto como asunto de seguridad nacional. Según él, la cocaína producida en Colombia llega a territorio estadounidense a través del Caribe, luego de pasar por Venezuela, una afirmación que contradice los datos que maneja incluso la DEA, en los que el flujo se registra principalmente por el Pacífico.
Amnistía
Abrams opinó también sobre la posibilidad de un acuerdo político que saque a Maduro del poder y que implique una amnistía para militares y civiles que han participado de su Gobierno. “Quiero decir, seamos realistas aquí, si hay un acuerdo, habrá algún tipo de amnistía porque hay demasiadas personas en las fuerzas armadas. Pero también en general, en el partido gobernante en Venezuela, que están comprometidos por este régimen y van a buscar algunas garantías para su futuro. Si miras las transiciones sudamericanas a la democracia en los últimos 30 años, siempre han tenido algún tipo de amnistía que protege a las personas para que estén dispuestas a seguirlas”.
Abrams advirtió, sin embargo, que la amnistía no beneficiará a quienes tengan que ver con el negocio de las drogas, demostrando de nuevo que el cinismo es un componente fundamental de la política exterior estadounidense, pues como bien se sabe, en las andanzas de este personaje por Centroamérica se usaron recursos provenientes del narcotráfico para financiar la insurrección armada contra el Gobierno sandinista. “Nosotros les hemos dicho ‘mira, es tu país, puedes llegar al acuerdo que quieras, pero ten presente que nosotros no hacemos tratos con narcotraficantes. Puedes hacer un trato, y puedes dejar ir a alguien, pero nosotros todavía tendremos un caso en su contra. Y si alguna vez pone un pie aquí, lo arrestaremos’”.
EE.UU. no participó el 30 de abril
Los entrevistadores preguntaron por qué fracasó el intento de derrocar a Maduro el 30 de abril y Abrams, aplicando de nuevo la Doctrina Pompeo, aseguró que EE.UU. no estuvo involucrada en ese episodio, aunque se apresuró a aclarar que no fue un intento de golpe, puesto que Guaidó es el presidente legítimo de Venezuela. “Lo que sucedió el 30 de abril no fue nuestra obra, de los estadounidenses. Era algo que un grupo de venezolanos negociaban con el jefe del servicio de inteligencia que está aquí en los Estados Unidos ahora (huyó, vino a nuestro lado), el jefe del ejército, el jefe del Tribunal Supremo”.
“Entonces, ¿por qué falló? Hay muchas teorías sobre esto y no diría que estoy seguro de cuál es la correcta. Hay una teoría de que la operación fue penetrada por los cubanos desde el principio y la dejaron correr para ver quién estaba involucrado. Otra teoría es que era prematuro, adelantaron la fecha por un día porque pensaban que el Gobierno se había enterado… más bien el régimen, se había enterado”, aclaró Abrams, luego de recordar que el guion exige no llamar Gobierno al de Maduro, sino al de Guaidó.
Te juro que lo vamos a derrocar
Abrams quedó a la defensiva ante los dos periodistas que clamaban por una fecha tope para sacar a Maduro del poder. “Vamos a derrocarlo. Lo que no podemos hacer es decirte cuándo. Qué día, qué semana, a qué hora terminará este régimen. Pero estamos bastante seguros de que lo hará porque no tiene soluciones para los problemas de Venezuela. Nosotros continuamos construyendo la coalición internacional”.
“El último país en unirse, es decir, en reconocer a Juan Guaidó como presidente interino legítimo en Venezuela, fue Grecia, que lo hizo la semana pasada. Y otros países creemos que seguirán. Continuamos con nuestra política de sanciones. Todas las semanas incorporamos una nueva. (…) Estamos tratando de, déjeme usar un buen término marxista, ‘aumentar las contradicciones’, es decir, estamos ejerciendo una enorme presión sobre estos individuos”.
“Estamos presionando la capacidad del régimen para obtener dinero. Y los ingresos para el régimen son muy, muy bajos. Una de las razones por las que venden oro es porque es una de las pocas cosas que pueden vender. Principalmente en el Medio Oriente. (…) Este es un desastre que está creciendo, eso es lo que más me preocupa. Pero no creo que eso vaya a suceder, tengo confianza en nuestra política. No puedo decirte cuándo, ‘dame la fecha en que Maduro deja el poder’, pero estoy seguro de que sucederá. Dentro de un tiempo tendremos una nueva entrevista y haremos la autopsia del régimen de Maduro”.
Comparaciones
Abrams y sus interlocutores compararon la situación de Venezuela con la de Siria. Según el funcionario, no pueden equiparse por el contexto geopolítico. Siria tiene mucha gente dispuesta a morir para defenderla, lo que no ocurre con Venezuela que está “rodeada de democracias que quieren la salida de ese Gobierno: Brasil, Colombia, Perú, Argentina”.
“Sabemos que miles de soldados de Hezbollah y soldados de la Guardia Revolucionaria Iraní fueron a Siria para luchar por ese régimen. Eso no está sucediendo en Venezuela. Nadie lucha por este régimen. No habrá tropas extranjeras defendiendo a este régimen de la manera que estaban en Siria”, pronosticó.
Hablando sin vergüenza de Nicaragua
Uno de los periodistas preguntó a Abrams si EE.UU. no debería estar haciendo “lo que usted hizo en la década de 1980 en Nicaragua, es decir, ir a buscar a esos coroneles y a los suboficiales que son patrióticos, que no son corruptos, que no han sido comprados por el narcotráfico y ayudarlos a derrocar al régimen, no con las fuerzas estadounidenses, sino con la ayuda, la inteligencia y el apoyo de EE.UU. y poner a Guaidó en el poder”.
Abrams (quien en realidad fue el artífice del ejército de mercenarios llamado la Contra) se atrevió a hablar sin vergüenza de sus actuaciones en el país centroamericano: “Lo que pasó en Nicaragua en la década de 1980 fue la mayor rebelión campesina en la historia de América Latina. No fue creado por los Estados Unidos o por la Guardia Nacional, fue espontáneo debido a la opresión del régimen comunista (…)”.
Guaidó es muy popular
El “enviado especial” dedicó varios segmentos de sus respuestas a defender la figura y el liderazgo de Guaidó, poniendo en evidencia que es el hombre que EE.UU. ha elegido para esta coyuntura. “Es muy popular. Estamos viendo una resistencia a este régimen que está muy extendida. Cada semana Guaidó va a una parte diferente del país, más recientemente a la isla de Margarita. También estuvo en una ciudad llamada Barinas, que en realidad es el lugar de nacimiento de Hugo Chávez. Grandes multitudes, a pesar de que hay censura. No hay anuncios de televisión, no hay forma de que la gente sepa. Es de boca en boca, grandes multitudes”.
EE.UU. no le dará el dinero a Guaidó
Le preguntaron a Abrams si EE.UU. le entregará a Guaidó el control total de los bienes y activos que se le han congelado al Estado venezolano. Abrams respondió que no pueden hacerlo porque hay demasiados acreedores esperando la oportunidad para caer sobre esos fondos.
“La política es fundamentalmente apoyar a Guaidó y apoyar a la oposición demócrata. Apoyo a la Asamblea Nacional, la última institución democrática del país (…) No podemos darle el control de los fondos, primero porque Venezuela le debe mucho dinero a mucha gente. Hay muchos acreedores en los Estados Unidos. Acreedores del Gobierno, tenedores de bonos, por ejemplo. Acreedores de Pdvsa. ¡El minuto, no el minuto, el segundo que descongelas esas cuentas, boom!, sus abogados te demandarán en la corte: ‘¡consígueme ese dinero!’. Ese es el primer problema”.
“El segundo problema es que si miras las instituciones financieras, dices que se lo das a Juan Guaidó, sabes lo que dicen sus abogados: ¡Whoa, whoa, whoa, whoa, whoa! ¿qué pasa si somos demandados?, ¿qué pasa si no tiene éxito y dentro de tres meses nos meten una demanda?”, agregó. “La gente que mantiene los fondos aquí y en Europa también. Bancos, como el Banco de Inglaterra, que posee mil doscientos millones de dólares en oro venezolano, son reacios a hacerlo. La gente está lista para saltar sobre esos activos. Lo que estamos intentando hacer es conseguir que el equipo de Guaidó pueda pagar embajadas, embajadores, una oficina de la Asamblea Nacional en Caracas. Cuarenta y medio millones de dólares en dinero que no se gastará en el Triángulo del Norte en Centroamérica y aún no hemos podido persuadir al Congreso para que nos permita reprogramar esos fondos, pero eso es lo que nos gustaría hacer. Nos gustaría usar fondos de los Estados Unidos para hacerlo”.
Burlas sobre los apagones
Para demostrar lo deficiente que es el Gobierno de Maduro, Abrams enumeró los problemas existentes en el país. Destacó las fallas del servicio eléctrico. Junto a los moderadores del podcast se dedicó a burlarse de la hipótesis del ataque electromagnético. Esto a pesar de que el Gobierno estadounidense presentó una ley para prevenir y enfrentar dichos ataques. “La pregunta es ¿fue el presidente Trump, fui yo, fue Marco Rubio? Es lo que dijeron la última vez”, ironizó. La periodista Platka le preguntó: “¿Guardas ese equipamiento en tu casa, Elliott? Solo tengo curiosidad”. Abrams contestó: “¡Son ondas cerebrales! Eso es todo, no hay equipamiento”, y todos rieron a carcajadas.
La intervención tiene poco apoyo
Le preguntaron a Abrams por qué EE.UU. no se deja de opciones pacíficas e interviene militarmente de una buena vez. Respondió: “Una razón es que la mayoría de ellos (los países aliados) no quieren que lo hagamos. Lo último que Venezuela realmente necesitaría es mucho más derramamiento de sangre. En segundo lugar, si nos fijamos en la coalición que tenemos de 55 países que apoyan a Juan Guaidó, destruiremos esa coalición si seguimos vociferando sobre la intervención militar que los latinoamericanos no quieren y que los europeos no quieren. Es posible que pueda encontrar dos o tres países que dicen en privado: ‘Sí, se debería invadir Venezuela’, no encontrará muchos más que eso. No creo que sea una política inteligente”.
Abrams, sin embargo, no descarta la posibilidad. “Nadie puede predecir el futuro. Obviamente tenemos la capacidad militar para hacer eso. No es algo que alguien debería desear porque habría mucho… podría haber mucho daño y personalmente no creo que eso sea necesario para derribar este régimen. Ahora, si estamos tan contentos con Juan Guaidó, que lo estamos, creo que es un talento político increíble”.
En el diálogo son coach de Guaidó
La conversación tomó el rumbo del diálogo de Noruega y Barbados. Abrams se mostró condescendiente aunque se atrevió a pronosticar su rápido fracaso. “No tengo ninguna crítica que ofrecerle a Noruega por tratar de negociar esto. Es un esfuerzo de buena fe de su parte y tienen lecciones que enseñar a Venezuela. En última instancia, porque son un país rico en petróleo que utilizó bien sus recursos petroleros, en lugar de tener una gran corrupción e incompetencia”.
“Ahora, esta es la tercera ronda de negociaciones. El régimen de Maduro abusó de las dos primeras rondas simplemente para ganar tiempo y tratar de dividir a la oposición, por lo que hay que preocuparse por estas conversaciones. Guaidó y su equipo lo saben. Vivieron las rondas anteriores y, por supuesto, los estamos aconsejando: ‘Ya sabes, mantén los ojos abiertos’. Y las conversaciones podrían colapsar hoy, esta semana, la próxima semana… Podrían colapsar fácilmente si el régimen no ofrece nada u ofrece opciones fraudulentas”.
Abrams, en reiterado uso del estilo Pompeo, criticó a la Unión Europea porque se están dejando convencer con la posibilidad (aparentemente surgida en las conversaciones patrocinadas por Noruega) de unas elecciones dentro de año y medio. “He tenido conversaciones con los funcionarios de la Unión Europea y dicen que inundarán la zona con observadores electorales. La respuesta a eso es y lo que sucederá, supongamos que están allí y supongamos que son honestos. Así que tienes una elección dentro de un año y medio a partir de ahora, en enero de 2021. Y, por supuesto, ellos intentan robársela y los observadores electorales dicen: ‘¡Oh, estas no fueron elecciones justas!’… Eso es exactamente lo que sucedió en mayo de 2018. Hubo observadores y Maduro se robó las elecciones, ¿y qué? Él todavía está sentado allí”.
No levantarán “sanciones” mientras esté Maduro
Otro de los puntos que clarificó Abrams en esta entrevista es que el levantamiento de las medidas coercitivas unilaterales depende de que se vaya Maduro. “Lo hemos dejado claro: no levantaremos nuestras sanciones mientras Nicolás Maduro esté en el poder. En cierto sentido, no nos importa qué trato se haga. Si Nicolás Maduro está en el poder, no vamos a levantar nuestras sanciones. Este no es un problema ideológico. Maduro está allí, está sentado en el palacio presidencial, tiene el Ejército, la Guardia Nacional, la inteligencia militar, la inteligencia civil, tiene 2 mil 500 cubanos, tiene estos llamados colectivos armados, que son pandillas. ¿Así se puede tener una elección libre? ¡Esto es ridículo! Si usted es un venezolano promedio, está sentado en su casa y llega la noticia: ‘Se llegó a un acuerdo y Nicolás Maduro se quedará como presidente pero hará elecciones libres’. ¡Te ríes! porque sabes que no van a ser libres. ¿Piensas que vas a creer en una votación secreta?”.
Peor que Pinochet
Los entrevistadores y el entrevistado parecieron competir sobre quién puede ubicarse más a la derecha. El periodista Thiessen, apoyándose en “informes de la ONU”, afirmó que Maduro ha asesinado a siete mil jóvenes mediante escuadrones de la muerte. Por ello, lo compara con Augusto Pinochet y termina elogiando al dictador chileno de ultraderecha. Abrams no quiere quedarse atrás en su respuesta y dice: “Primero, vale la pena compararlo con Chile bajo Pinochet. Pinochet gobernó durante 17 años. En esos 17 años, un par de cientos de personas fueron asesinadas y hubo 200 mil refugiados. En Venezuela, 5 mil personas asesinadas en un año según la ONU y cuatro millones de refugiados. Esto solo te muestra la profundidad de este colapso, de la crisis y la represión en Venezuela”.
Abrams demuestra nuevamente sus rasgos psicopáticos cuando tiene el atrevimiento de hablar sobre escuadrones de la muerte, cuando su propio expediente personal tiene páginas realmente siniestras al respecto en El Salvador, Guatemala y Nicaragua. “Con respecto a los escuadrones de la muerte en cuestión están organizados obviamente por el régimen. En realidad, el informe de la ONU tiene una muy buena descripción de ellos. Chicos con máscaras pasamontañas y buscando individuos que creen que estaban participando en manifestaciones. Disparándoles y, luego, sembrándoles un arma o algo así”.
“El exjefe de los servicios de inteligencia Christopher Figuera, quien se escondió y luego abandonó el país después del intento fallido del 30 de abril de derrocar a Maduro, ha mencionado un par de casos. Por ejemplo, el primer vicepresidente de la Asamblea Nacional fue arrestado y acusado de terrorismo porque había armas en su casa y Christopher dijo: ‘bueno, esas armas fueron sembradas. Lo sé, dijo, ¡porque yo las sembré! Yo fui el tipo que ordenó esto’. Entonces sabemos que esto ha sucedido”.
Los periodistas quisieron saber por qué no se acusa a Maduro y a todo el Gobierno de los delitos de lesa humanidad y se ofrece una recompensa a quien los entregue a EE.UU. “Sobre la cuestión de la imputación, sabes que es una pregunta del Departamento de Justicia, así que si estás pensando: ‘oh, ahora él va a esquivar la pregunta’. Sí, voy a esquivarla”.
¿Guaidó rodeado de tipos malos?
Para finalizar la entrevista, le preguntaron a Abrams qué sabe de las acusaciones de que muchos “tipos malos”, incluyendo narcotraficantes y sujetos que han abandonado a Maduro, están rodeando a Guaidó. Abrams (doctrina Pompeo mediante) se rasgó las vestiduras: “Nunca ha habido ni siquiera un susurro, incluso por el régimen, de acusaciones contra Guaidó, por cualquier tipo de conducta ilegal. Mucho menos tráfico de drogas. Conozco a muchas personas que están alrededor de él. Desafortunadamente, los conozco porque muchos de ellos han sido forzados al exilio. Él es parte de lo que se llama la generación de 2007. Las personas que se levantaron en contra de la dictadura de Chávez”.
“Todos estos son hombres que ahora tienen treinta y cinco años, más o menos, y es un grupo muy inspirador de jóvenes líderes políticos democráticos. Ninguno de los cuales tiene dinero”, aseguró.
“Aquí está el problema que mencioné antes: los 200 mil millones de dólares robados. Hay mucho dinero ilícito por ahí. Y muchos tipos quieren comprar su regreso, algunos de ellos estaban en el exilio, han estado en el exilio durante años. Quieren volver al juego, por lo que ofrecen dinero al régimen y a Guaidó. Él es consciente de esto. Él es muy cuidadoso con esto. Somos conscientes de esto. Y Guaidó es muy consciente de ello. Yo debo decir que estoy preocupado a largo plazo, incluso en una Venezuela democrática. Maduro se va, hay elecciones libres. Me preocupa la influencia de los narcotraficantes y todo ese dinero externo, pero no me preocupa su influencia en Juan Guaidó”.
Abrams salvó la responsabilidad de Guaidó incluso con respecto a las versiones según las cuales el empresario Raúl Gorrín estuvo involucrado en los sucesos del 30 de abril. “Pero no participó involucrado en nombre de Guaidó. Yo diría que Gorrín estuvo involucrado en nombre de Gorrín”.
Estamos frustrados
Para Abrams no tienen fundamento quienes afirman que Trump ha perdido interés en Venezuela y que el hecho de que Maduro siga en el poder afecta su prestigio y el de EE.UU. como potencia mundial. Sin embargo reconoció que tanto la élite del Gobierno estadounidense como el pretendido Gobierno interno venezolano se encuentran frustrados por la falta de resultados. “Primero, la noción de que el presidente ha perdido interés es una tontería. Esa historia surgió hace algunas semanas. Y resulta que fue un día en el que el primer ministro canadiense Justin Trudeau estaba visitando al presidente y pasaron mucho tiempo discutiendo sobre Venezuela. Ese mismo día, el vicepresidente Pence estaba en Miami para despedir al USNS Comfort, el barco hospital que estaba haciendo un recorrido por el Caribe y la parte norte de América del Sur para tratar a refugiados, en su mayoría venezolanos. El vicepresidente no habría hecho eso si hubiera pensado ‘Oh, ya no nos importa esto’. Lo veo en la conducta del presidente, el vicepresidente, el secretario de Estado, el secretario del Tesoro, el secretario de Comercio… hay un enorme interés continuo en Venezuela. ¿Está frustrado el presidente? ¡Usted puede apostarlo!, ¡yo estoy frustrado, Juan Guaidó está frustrado, todos estamos frustrados, por supuesto!”, sentenció.
Por Clodovaldo Hernández/ Supuesto Negado