Siete meses después, el diario español El País admitió que había falseado la información sobre la supuesta quema por parte del Gobierno de Venezuela de camiones con ayuda humanitaria en la frontera colombo-venezolana el 23 de febrero, tras recibir la queja de un lector.
En una columna de opinión llamada “Defensor del Lector”, firmada por Carlos Yárnoz, El País recoge una especie de cronología de su cobertura periodística de esa fecha, en la que en un tono solapado intenta justificarse acudiendo a fuentes internas, para luego reconocer que publicó como responsables de la quema a las autoridades venezolanas.
“Que el régimen chavista quemó camiones de ayuda humanitaria para Venezuela y nunca lo rectificó pese a que después se supo que fueron activistas de la oposición los que provocaron el incendio. Siete meses después, un lector nos lo echa en cara y destapa el soterrado obús”, sostiene el diario.
Según El País, “el problema surgió” luego de la investigación hecha por el diario The New York Times “en el que se demostraba —con vídeos incluidos— que fue el trapo incendiado de un cóctel molotov lanzado por un opositor el que originó las llamas”.
Entre las fuentes internas citadas por El País, está Francesco Manetto, corresponsal jefe en Colombia para la Región Andina y Venezuela, quien habría dicho que cuando se percataron de la relevancia del a investigación del The New York Times ya los periodistas estaban “en otras noticias más relevantes”.
“Cuenta que se percataron de la importancia de lo ocurrido al ver lo publicado por ese diario, pero que, para entonces, los reporteros de El País ya estaban enfrascados en otras noticias relevantes, como los cortes de electricidad que empezaron el 7 de marzo en Venezuela“, añade.
Incluso, en el espacio, El País, uno de los medios internacionales de línea dura contra Venezuela, cita su propio editorial publicado el 25 de febrero y titulado “Ayuda Humanitaria”, y asegura que, pese a que en éste e mencionó el tema “no se hizo nunca en las páginas de información”.
“El régimen ha dejado al descubierto su cara más miserable al quemar algunos camiones cargados de medicinas y alimentos”, escribió el diario en su referido editorial.
“Lo ocurrido aquellos días y la aclaración de ese medio estadounidense marcaron un punto de inflexión en el terrible drama que sufren los venezolanos (…) ¿Por qué, entonces, El País no dedicó más esfuerzos para aclarar lo sucedido?”, se pregunta Yárnoz.
“La falta es más significativa porque afecta a un asunto tan sensible y controvertido como el de Venezuela. Sirva esta columna para aclarar una cadena de equivocaciones de hace más de medio año. Nunca es tarde para desactivar una bomba durmiente y eliminar así una amenaza latente para la credibilidad del diario“, puntualiza.
Por Maya Monasterios Vitols / Supuesto Negado