En anterior entrega planteamos que realizar predicciones electorales en una situación de alta fluidez política es una mala praxis, sobremanera si las decisiones políticas en la Asamblea Nacional Constituyente, por una parte, o las amenazas geopolíticas internacionales por otra, gravitan como variables claves del actual escenario electoral.
Las llamadas “inhabilitaciones políticas”, por una parte, así como las diatribas internas de las llamadas “primarias de la oposición” marcan el cuadro de los liderazgos políticos y las potenciales candidaturas para los factores que adversan al gobierno.
Por otra parte, no deja de ser un síntoma de la coyuntura que seis (6) constituyentes electos el 30 de julio son ahora candidatos por el gobierno en las elecciones regionales: Carmen Meléndez (Lara), Aristóbulo Isturiz (Anzoátegui), Jheyson Guzmán (Mérida), Héctor Rodríguez (Miranda), Víctor Clark (Falcón) y Miguel Rodríguez (Amazonas).
Múltiples variables inciden en las condiciones del liderazgo, en el potencial de movilización electoral y en las características para que las coaliciones políticas y sociales que compiten en las regionales estén bien estructuradas como “bloques electorales” para una nueva medición de fuerzas.
Para el caso de la oposición, el número de gobernaciones que pudiera alcanzar no depende exclusivamente de una masa crítica descontenta con el gobierno, sino de la transformación de un potencial de “voto castigo” que efectivamente se enganche con una oferta de liderazgo que dependería del logro de la “unidad opositora”, con una base social de apoyo dispuesta efectivamente a participar y finalmente dispuestos a votar masivamente por tales candidaturas de la oposición.
No olvidemos que la oposición en la actualidad sigue dividida en al menos tres segmentos: a- los duros o intransigentes (ABP, VENTE, LA RESISTENCIA) que insisten en la ruta del plebiscito del 16-J; b- los pragmáticos (AD, AP, UNT y otras organizaciones menores) y c- los que apoyan tácticas mixtas (PJ, VP, Causa R) bajo expectativas de fórmula ganadora.
Las elecciones regionales, al ser parte de un cronograma constitucional, son consideradas por la oposición pragmática como una oportunidad, incluso, para deslegitimar electoralmente los resultados de la Constituyente. Sin embargo, este mensaje navega en contra del hecho de que las elecciones regionales muestran un alto nivel de abstención histórica, dato que, combinado con la percepción de derrota de la táctica maximalista opositora de impedir la Constituyente, genera un clima bastante pesimista para el elector promedio opositor. Vale la pena destacar que en las elecciones regionales de 2012 la abstención fue de 46.06% y en 2008 fue de 34,75%.
Una expectativa más realista para el campo opositor es la de ganar más espacios regionales y transformar este posible resultado en un argumento para deslegitimar la votación obtenida por el gobierno en la Constituyente, dado que una importante composición de la misma se realizó por elecciones territoriales por Municipios, lo cual permitiría agregar resultados regionales. De allí que el gobierno no baja la guardia ante un potencial resultado en las elecciones regionales, colocando fichas estratégicas para sellar el triunfo electoral en las pasadas elecciones constituyentes del 30 de julio. La lectura de la llamada “oposición pragmática” es que el gobierno pondrá todos los obstáculos, incluyendo las inhabilitaciones y estimular las divisiones, para no perder sus ventajas de poder, llegando incluso a un escenario de suspender tales elecciones si fuera necesario.
Las elecciones tendrán en todo caso un carácter de confrontación, es decir, un nuevo episodio de la confrontación constituyente/constituido actualmente en curso. Pues, también se hacen bajo el contexto de una esperable confrontación entre las decisiones de la ANC y los planteamientos de un debilitado parlamento o Asamblea Nacional.
Es de sobra conocido que la oposición jugará posición adelantada deslegitimando en todo el proceso al árbitro electoral, y cualquier indicio de ventajismo del gobierno y el CNE será parte de su estrategia de denuncia del “régimen” en el plano internacional y el posible desconocimiento de resultados bajo acusaciones de fraude. Por eso, la clave de su estrategia es contar con la mayor presión de una “observación electoral paralela”, el factor mediático de enrarecimiento del clima de opinión y provocar que el gobierno emplee sus tácticas y operaciones más duras para cerrarle esta rendija electoral a la oposición.
Si el gobierno cae en la jugada de suspender el proceso o provocar una retirada masiva de las candidaturas opositoras, también se valorará su impacto en el cuadro de confrontación y de las relaciones de fuerzas nacionales e internacionales.
Hemos hecho referencia al estudio de la firma Torino capital que proyecta un triunfo opositor en dieciocho (18) gobernaciones. Sin embargo, debemos refinar el análisis para pasar a comprender los corredores electorales principales del país. De los 24 estados del país, en orden decreciente el peso específico del REP es el siguiente: Zulia, Miranda, Carabobo, Lara, Aragua, Anzoátegui, Bolívar, Táchira, Sucre, Falcón, Mérida, Monagas, Portuguesa, Barinas, Trujillo, Guárico, Yaracuy, Nueva Esparta, Apure, Vargas, Cojedes, Delta Amacuro y Amazonas.
Los doce (12) principales corredores electorales comprenden entonces a Zulia, Miranda, Carabobo, Lara, Aragua, Anzoátegui, Bolívar, Táchira, Sucre, Falcón, Mérida, Monagas. Bajo el enfoque de la firma Torino, en estos doce (12) estados la ventaja sería absoluta para la oposición: Zulia (MUD), Miranda (MUD), Carabobo (MUD), Lara (MUD), Aragua (MUD), Anzoátegui (MUD), Bolívar (MUD), Táchira (MUD), Sucre (MUD), Falcón (MUD), Mérida (MUD), Monagas (MUD).
Sin embargo, en nuestros cálculos, y tomando en cuenta la gravitación de la variable abstención histórica, nos dan el siguiente cuadro: Zulia (MUD), Miranda (MUD sólo en unidad perfecta), Carabobo (en disputa), Lara (en disputa), Aragua (MUD), Anzoátegui (en disputa), Bolívar (MUD sólo en unidad perfecta), Táchira (MUD), Sucre (PSUV), Falcón (en disputa), Mérida (MUD) y Monagas (PSUV). En conclusión, del corredor electoral principal, la oposición partiría con claras ventajas en los estados: Zulia, Aragua, Táchira y Mérida. Esto no significa que todos los estados no sean importantes, sino que los doce estados anteriores concentran el mayor porcentaje poblacional del REP. Así mismo, hay estados políticamente simbólicos para la actual confrontación de fuerzas a pesar de no ser así desde el punto de vista poblacional: Barinas, por ser parte de la referencia a la figura de la familia Chávez y Amazonas, pues condensa el conflicto de la composición en disputa del parlamento venezolano desde el año 2015.
Desde el punto de vista de la firma Torino, en Barinas y Amazonas partiría con clara ventaja la oposición. En nuestros cálculos, la situación sería favorable para el PSUV en Amazonas y desfavorable para el PSUV en el estado Barinas. Sin embargo, las ventajas relativas hay que observarlas bajo el prisma de territorios en severa disputa, lo cual podría ofrecer oportunidades para el chavismo de conquistar hasta dieciséis (16) gobernaciones en las actuales condiciones.
Hemos señalado que de llegar a conformarse un escenario de fracturas en la oposición con baja participación de sus bases electorales de apoyo, la ventaja para el chavismo podría llegar a incluir dieciocho (18) gobernaciones.
De modo que habría que analizar en detalle la competencia de liderazgos y de bloques electorales (coaliciones perfectas) en cada uno de los espacios regionales, pues el PSUV parte con la ventaja de minimizar el peso de cualquier coalición imperfecta, mientras la oposición proyecta al menos hasta el momento disputas importantes en el seno de sus coaliciones en estados emblemáticos, además de potenciales y efectivas inhabilitaciones.
Las inhabilitaciones podrían sacar del juego a fichas importantes de la oposición para los comicios de gobernadores. Delcy Rodríguez, presidenta de la Asamblea Nacional Constituyente (ANC), solicitó la lista de los postulados que hayan participado en las manifestaciones de calle de los últimos cuatro meses. De esta manera las llamadas inhabilitaciones, u otra acción del gobierno, podrían determinar las primarias de la oposición.
En el Zulia, por ejemplo, el PSUV alistó un informe sobre Juan Pablo Guanipa, diputado de la Asamblea Nacional (AN), y Eveling de Rosales, alcaldesa de Maracaibo, quienes se perfilan para las primarias de la MUD en la región. El reporte lo pasarán a la Comisión de la Verdad.
Diosdado Cabello, miembro de la ANC, destacó que quienes hayan promovido a la violencia, no pueden ejercer en la política. “¿Qué hará la derecha? No lo sabemos, nadie sabe. Si yo fuese escuálido, Dios me cuide, me ampare, me favorezca, y me libre de todo mal, pero si yo fuese escuálido, uno se preguntaría, y ahora: ¿qué viene?, ¿con qué van a salir ahora? Pasaron de jugar Pokémon y Candy Crush a dirigir una contrarrevolución”.
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Por Gokai Moreno / Supuesto Negado