Dudamel comparte con estrellas de Hollywood en Paseo de la Fama

Con la inauguración este martes 22 de enero de su estrella en el Paseo de la Fama de Hollywood, Gustavo Dudamel se convierte en el artista venezolano que más lejos ha llegado en el parnaso de la farándula internacional.

No un actor, no un cantante, ni siquiera un cineasta, sino un director de orquesta, una profesión poco asociada a las alfombras rojas, es quien lleva al país a codearse con lo más granado del séptimo arte, compartiendo acera con estrellas como Los Beatles, Marilyn Monroe, Julia Roberts, Steven Spielberg o Robin William.

A pocos días de celebrar 38 años de vida, Dudamel suma a su colección este nuevo reconocimiento gracias a su labor como conductor, así como a su trabajo como promotor de la enseñanza de las artes.

La estrella con su nombre, que es la 2.654 del famoso bulevar, estará ubicada frente al Instituto de Músicos de la localidad californiana. Se le otorga a propósito de su primera década al frente de la Filarmónica de Los Ángeles, agrupación que a su vez celebra su centenario.

La ceremonia, abierta al público, contó con las palabras de la actriz Helen Hunt y del compositor y director John Williams, amigo personal de Dudamel y autor de las partituras de películas como Indiana Jones, Parque Jurásico, Tiburón, E.T. y Star Wars

“Conducido por una inquebrantable creencia en el poder de la música para sanar, unir e inspirar, Gustavo Dudamel es uno de los más distinguidos conductores de nuestros días. De las grandes salas de conciertos a las aulas, pantallas de video y salas de cine, la resaltante carrera musical de Dudamel y sus logros en el acceso a las artes para la gente joven alrededor del mundo, demuestran la extraordinaria capacidad de la música para transformar vidas”.

Así lo señala el texto que anuncia la inauguración de la estrella, difundido por la Cámara de Comercio de Hollywood, encargada de administrar el conocido bulevar de la meca del cine.

Por cierto que para otorgar cada estrella, la instancia exige la auto postulación del artista (por eso gente como Pavarotti o Lady Gaga no tienen estrella, porque ellos mismos no hicieron la diligencia) y el pago de 40 mil dólares para costear todos los gastos administrativos del asunto, incluyendo la fabricación de la placa. Eso lo informa la propia página web de la cámara.

Nacido en 1981 en Barquisimeto, Dudamel proviene de una familia de músicos. Es el hijo predilecto y alumno más conocido del Sistema de Orquestas y Coros Juveniles e Infantiles de Venezuela, donde se formó desde que tenía nueve años. Logró notoriedad internacional cerca de los 20 cuando se puso al frente de la Orquesta Sinfónica Simón Bolívar, agrupación de la cual aún es director titular.

En Venezuela, sectores de la derecha lo han acusado por años de ser un agente del chavismo. Y es que de hecho, fueron muchas las veces que compartió con Hugo Chávez, y al morir este, Dudamel dirigió a los músicos que tocaron en su funeral.

Se le ha reprochado ser tibio ante la situación del país. Él ha defendido por largo tiempo que su papel es el de crear puentes, no el de ser opinador político. Sin embargo, un artículo de su autoría publicado en el New York Times en 2017, reprochándole al gobierno la convocatoria a Asamblea Nacional Constituyente lo ubicó como actor beligerante. Desde entonces lanza sus puntas de vez en cuando y no ha regresado al país, ni siquiera para despedir a su maestro José Antonio Abreu, fallecido en marzo pasado.

Aún así, lejos está de ser una de las voces recalcitrantes del coro de la guerra contra Venezuela.

Es un defensor del arte no elitista. En sus últimas visitas a Venezuela se montó en el metrocable de San Agustín para darle clases a los niños del barrio y se puso casco junto a sus músicos para ofrecerle un concierto al grupo de obreros que trabaja en la ampliación de la sede del Sistema, en Quebrada Honda, en el propio lugar de las obras.

Este año, junto a la Filarmónica de Los Ángeles tocará en vivo la música de los premios Oscar, estatuilla que estuvo cerca de ganar en 2014 por la música que compuso para la película Bolívar, de Alberto Arvelo, en lo que fue lo más cerca que Venezuela ha estado de lograr el codiciado premio.

El diario español El País le preguntó en septiembre si se sentía un exiliado. Contestó: “no lo querría definir como exilio. Con la tensión que vivimos creo que debemos ser muy cuidadosos con los términos que empleamos. Creo que mi papel como músico sobre todo es mostrarme consecuente con mi oficio y conciliar, equilibrar, buscar el diálogo”.

Rosa Raydán / Supuesto Negado