¿Sobrevivirá la política a esta tormenta?

Nos dirigimos hacia las próximas elecciones. El escenario político es inestable y los pronósticos son reservados. Ni siquiera los encuestólogos están hablando. ¿Por qué será? ¿No saben lo que ocurre o no quieren que se sepa? No importa: cuando dicen la verdad, nadie los oye, cuando mienten, nadie les cree.

Nadie quiere oír ni decir malas noticias. La oposición, por ejemplo, pretende desentenderse de todas las gestiones que está haciendo para profundizar la crisis económica con apoyo extranjero. Pero ¿qué se puede esperar de ella, si incluso marca distancia de los disturbios y el sabotaje que impulsó en estos meses y de sus consecuencias políticas, económicas y humanas?

El gobierno, por su parte, ha tomado la determinación de pretender cierta normalidad política e institucional. Hace lo que le corresponde: gobierna, a sabiendas de que se aproxima una verdadera tormenta económica y social, que pone cuesta arriba la normalidad política y democrática. ¿Pueden haber elecciones libres con un pueblo sometido al hambre y la penuria impuestas por una potencia extranjera para favorecer una opción política?

Parece que muchas cosas trascendentales van a ocurrir pronto, muy pronto, y que estas no van en el sentido que pretenden tanto el gobierno como la oposición. Es desde esta perspectiva que nos preguntamos si sobrevivirá la política, cuando los hechos no parecen darle la razón a nadie. Claro que seguirán habiendo políticos e instituciones, y hasta elecciones. Pero ¿tendrán significado para la gente? ¿serán estos factores instrumentos de transformación, de cambio, de incidencia sobre la realidad concreta? ¿o serán sólo un simulacro con el que se gana tiempo? Por lo pronto, nos limitamos en esta edición de Supuesto Negado a hacer un repaso de varios de los temas más relevantes del momento, mientras nos detenemos por un momento a observar.