“NO SOY GUARIMBERA, NI QUIERO MÁS MUERTOS”

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Se define como “carlosandresista” porque fue con el expresidente Carlos Andrés Pérez con quien inició su militancia en Acción Democrática, cuando apenas era una adolescente.

Neyla Hernández tiene 50 años viviendo en Antímano, donde ha criado a 5 hijos y ahora disfruta de sus dos nietos.

En su parroquia recibió a Supuesto Negado para conversar sobre las protestas de la oposición, la Mesa de la Unidad Democrática, y defender lo que a su juicio es la única salida: un gobierno de transición.

¿Usted, como militante de Acción Democrática, está de acuerdo con las guarimbas?

–Yo soy demócrata y no estoy de acuerdo con las guarimbas, porque las manifestaciones deben ser pacíficas y yo jamás he participado en una guarimba. Respeto la manera de hacer política de algunas personas, es libre, pero no estoy de acuerdo con que tenga que haber muertos para salir de esto.

¿A la gente que está descontenta con el Gobierno, no la espanta la violencia de algunos manifestantes?

–¡Claro! Ya la gente no está participando como antes, porque la gente tiene miedo. Yo era una que me la pasaba en todas las marchas pero ahora le bajé dos. La gente no está involucrada como antes porque hay miedo y no hay norte.

Hay mucho miedo a la represión porque cuando has visto metras, vainas de hierro con las que te matan, te asustas. Porque ya no están disparando jugueticos, ni perdigones, ahora  la represión es mucho más agresiva, ya no te disparan perdigones, ahora te matan en seco.

Pero además hay infiltrados que no me cuadran, y uno no sabe si son colectivos… Uno tiene que ir a las marchas como RoboCop: con casco, con máscara, con todo para protegerte.

No estoy de acuerdo con que tenga que haber muertos para salir de esto

¿Ustedes en AD coinciden con la vía insurreccional que ha planteado partidos como Voluntad Popular?

–Yo soy demócrata. Quizás puedo estar de acuerdo con que llamen a pronunciarse a los militares, pero para que tomen conciencia, pero no para que haya muertos. No estoy de acuerdo, pese a que en mi partido, en nuestra historia, tuvo que haber muchos muertos. Incluso durante Rómulo Betancourt esto se vivió y ahora lo estamos repitiendo.

Yo supongo que lo que estamos viviendo tiene que pasar para poder terminar con este gobierno, pero yo no soy guarimbera, ni quiero más muertos.

Se ha dicho que la dirigencia adeca no está de acuerdo con los llamados a incendiar el país. ¿Usted qué opina?

–Mira, yo soy amiga de Freddy Guevara, lo conozco y sé de su calidad como ser humano, sé cuáles son sus buenas intenciones para defender al país y defender la Constitución, ahora bien, el tipo de actitud que se ha tomado no me parece. Por ejemplo, nosotros como adecos no estuvimos de acuerdo con que Leopoldo (López) se entregara. Siempre se le llamó a que tenía que ser ponderado. Pero bueno, somos demócratas.

Alguien debe tener un poquito de cordura y conciencia y eso debe hacerlo la MUD. No pueden hacer llamados a la gente a que se vaya por un voladero

¿No le parece que hay desacuerdo entre los manifestantes y los dirigentes de la MUD? Parece que quienes están en las calles protestando ya no quieren seguir línea de la MUD…

–Hubo un momento que desinfló todo, porque el Gobierno logra dividirnos. Esto es increíble porque habíamos hecho mucho, pero la gente se decepcionó. Pero alguien debe tener un poquito de cordura y conciencia y eso debe hacerlo la MUD. No pueden hacer llamados a la gente a que se vaya por un voladero. Ellos tienen que evitar un derramamiento de sangre.

¿Ese es el desacierto o es la tarea pendiente de la MUD?

–Tratar de ganarse la confianza y la credibilidad porque mucha gente en la calle anda sin norte, sin orden y sin nada, y la MUD tiene que atender a esa gente. Tienen que encauzar la protesta porque en el momento en que comenzamos había mucha fe, demasiada.

Cuando pedimos convocar el referéndum revocatorio la manifestación de voluntad de la gente se desbordó, pero de pronto llegó un momento en que no coincidieron: unos con la Salida, otros con la transición, otros con el referéndum…

Por ejemplo, con la marcha que convocamos el primero de septiembre del año pasado, esa era la marcha definitiva, y todo se desinfló y se enfrió la calle.

Quizás hay unión, pero hay diversidad -y eso es bueno- pero deben concretar para que la gente se vuelva a encauzar como tiene que ser.

¿Es verdad que los marchistas son sifrinos, que vienen de clases medias y altas, y los sectores populares no participan?

–No, claro que no, eso es mentira. Durante esa marcha de septiembre del 2016 quien tomó la batuta fue el oeste, teníamos el mango de la sartén en la mano, porque el oeste fue el que se manifestó y buscábamos a alguien que nos dijera que “nos quedamos en la calle” y el tipo (Maduro) se asustó.

Si la gente votara con conciencia, puede haber un tanganazo, pero ahorita, con el carnet de la patria y con las tarjetas de las misiones, fíjate que salió un comunicado que ya van más de 13 millones de carnet de la patria y que con el último operativo de junio se garantiza el éxito en las elecciones de la Constituyente. ¿Qué te dice eso? Que ellos cuentan con esa data, no con los votos, pero si con la data… Entonces aquí debe unificarse más la Mesa de la Unidad porque nuestra tarjeta única es lo único que tenemos a la hora de una transición.

Pero lo que duele ahora es que a los jóvenes los están matando, claro, están en manos de dirigentes de relevo

¿Sifrino tumba gobierno?

–Ya esto ocurrió una vez, la historia se está repitiendo. En la generación del 28, cuando Rómulo Betancourt, hubo una revuelta de manifestaciones y fue la única manera -con la gente en la calle y la juventud- para acabar con la dictadura de Gómez.

Pero lo que duele ahora es que a los jóvenes los están matando, claro, están en manos de dirigentes de relevo, pero la ortodoxia política es necesaria y hay que escucharla.

No podemos pedir una intervención ni siquiera si esa fuese la única vía

¿Qué se espera ahora?

–Vamos a pedirle a Dios que no sea una intervención ni que sea un golpe. No podemos pedir una intervención ni siquiera si esa fuese la única vía. Yo creo que la única manera de salir de esto es que venga una transición, y obviamente la presión vendrá desde afuera.

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Por Miranda Rojas / Supuesto Negado