Como parte de nuestro seriado ¿Salida negociada a la crisis?, el equipo de Supuesto Negado conversó con militantes de a pie del chavismo para conocer sus opiniones y pronósticos al respecto del diálogo entre gobierno y oposición. Lee en este reportaje sus respuestas.
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Una de las cuestiones más polémicas dentro del chavismo en la actualidad es el diálogo con la oposición. A pesar de que voceros oficiales expresan una posición común ante las cámaras sobre estas negociaciones, muchos son los rumores que se han ventilado en torno a los posibles acuerdos y existen sectores de la base chavista que no parecen dispuestos a ceder más de la cuenta.
¿Hasta dónde están dispuestos a apoyar los pactos con opositores? ¿Cuáles son los temores que existen en los estratos medios y bajos de la población que aún milita en la causa de la corriente social fundada por Hugo Chávez?
Militantes locales de tres importantes partidos ligados al chavismo contaron sus impresiones al equipo de Supuesto Negado.
Partida en dos
Llegó puntual. “¡Qué no hice hoy!”, me responde a la pregunta de qué hizo durante el día. Olga Mendoza hablaba con sus grandes ojos perdidos entre los vehículos y las personas que pasan por enfrente del obelisco de la parroquia 23 de Enero, justo en la entrada del icónico Cuartel de la Montaña.
Comenzamos en medio de amenazas de lluvia, mientras los jugadores de dominó y el ritmo de la salsa se apoderaban de la zona.
Olga es militante de Unidad Popular Venezolana (UPV), creado en 2004 por Lina Ron, dirigente social del chavismo muchas veces envuelta en controversias con propios y extraños. “Somos el primer partido político fundado por una mujer en la historia de Venezuela”, me cuenta mirándome fijamente y con un gesto de victoria en sus labios.
Atendiendo el llamado de Chávez, UPV fue una de las agrupaciones que se fusionaron en 2007 para formar el PSUV, pero ese matrimonio duró pocos meses y rápidamente sus integrantes decidieron volver al ruedo con nombre propio. Esta decisión no significó un divorcio del chavismo ni del trabajo político en el 23, un populoso cerro de Caracas que algunos no dudan en calificar como la cuna de la Revolución Bolivariana.

“Yo doy gracias a Dios que existe un Timoteo Zambrano, un Claudio Fermín, y gente que no es tan radical en la oposición”, manifiesta Mendoza, quien asegura que la Mesa de Diálogo Nacional, instalada recientemente entre Gobierno y opositores moderados, ha evitado un conflicto global.
La luchadora social está convencida de que “el imperialismo viene por ti y por mí; viene por cada uno de nosotros, y con el diálogo ganamos tiempo para que el poder popular se organice aún más”.
Cae la noche y empieza a llover. Nos mudamos a una mesa con toldo del otro lado de la calle. Olga suelta prendas. Aunque rechaza los procedimientos de algunos exministros de Chávez opositores a Maduro, considera que ese sector de chavistas disidentes es “imprescindible” para la negociación. No descarta la viabilidad de un referendo consultivo.
Sobre la posibilidad de una nueva elección presidencial en 2020, expresa no estar de acuerdo como política, pero confiesa que “como mujer” podría aceptar esos hipotéticos comicios barajados en Oslo y Barbados. “Como madre, como abuela, estaría de acuerdo si eso implicara frenar la violencia en nuestro país”.
Desconfianza popular
Luis Frías, profesor de la Universidad Marítima del Caribe y militante del Partido Comunista de Venezuela (PCV), no es tan flexible sobre el tema de las elecciones presidenciales. “Maduro, con todas las críticas que le podamos hacer, ganó sus elecciones de forma limpia, con reconocimiento de un sector de la oposición”, expresa.
Nos encontramos en la estación del metro de Caño Amarillo. Luis viste una camisa azul marino sin arrugas y un morral negro. Con unos minutos de retraso, atraviesa los torniquetes un poco agitado, casi apenado, pero sonriente. Se considera un “chavista de a pie”, pues defiende el proyecto de Chávez a pesar de los errores que, a juicio del docente, están cometiendo sus sucesores.
“Aún cuando hay sujetos en este proceso que se han enquistado y han hecho mucho daño, yo no puedo claudicar; la lucha sigue y hay que continuarla”, afirma.

El educador universitario es escéptico sobre las negociaciones entre oficialistas y opositores.
“Claro que sería beneficioso, pero pareciera que están buscando un acuerdo de mantenimiento de posiciones para que cada uno se atornille y sinceramente creo que no se está pensando en el pueblo”, se lamenta, tras una larga pausa.
Luis nunca abandona su talante docente. Entrelazando los dedos de sus manos de vez en cuando, pareciera disponerse a dar una clase magistral en aquel pasillo aledaño sobre el cual se escucha el paso de los trenes del Metro.
Reconoce los estragos causados por la lucha entre poderes públicos durante los últimos años, y asegura que la salida a la crisis pasa por recuperar el hilo constitucional para retomar la senda de la democracia participativa y protagónica.
Chavismo roto
Raúl López, miembro del consejo político del PSUV en el estado La Guaira, también enfatiza en la crítica al sectarismo dentro de la alta dirigencia chavista.
“Vemos cómo en algunas regiones, en algunos estados, hay significativas contradicciones que en determinados momentos impiden el ejercicio real de gobierno por las prácticas excluyentes de ciertos sectores del partido”, expone.
Hace buen clima en el litoral. Raúl se expresa de forma serena y sin improvisaciones. Valora como positivo el diálogo con la oposición, pero asegura que es necesario involucrar a las diferentes fracciones del partido del PSUV y al conjunto de la sociedad.
“El proceso de negociación no debe ser solamente entre el Gobierno y la oposición; tiene que ser también con el pueblo e incluso con los diferentes sectores que conforman el Partido Socialista Unido de Venezuela”.
Se trata, desde su perspectiva, de un “proceso de construcción de una sociedad socialista”, donde es necesaria la discusión y el reconocimiento entre iguales.
Por otro lado, López manifiesta que no están dadas las condiciones para la celebración ni de unos comicios presidenciales adelantados ni de un referendo consultivo en el país.
“Una elección en la condición de crisis producto del ataque desproporcionado, criminal, del Gobierno de Estados Unidos, sería una elección donde no habría ninguna garantía de ganar”, advierte enérgico, sin titubeos, con la gravedad de alguien que está señalando una encrucijada entre la vida y la muerte.
Mientras hablamos puedo ver, a lo lejos, un televisor prendido en la sala del fondo. Desde el canal del Estado anuncian la excarcelación de otras 24 personas acusadas por delitos durante protestas, como parte de los acuerdos con la oposición moderada.
Pero en las catacumbas del chavismo solo es una noticia más. No importa dónde militan y si aún apoyan a Maduro o no, allí también esperan el día en que las soluciones a la crisis empiecen a ocupar los titulares de la prensa oficial.
Por Juan Manuel Zerpa / Supuesto Negado
Siga leyendo los trabajos especiales que Supuesto Negado publicó en su página web a propósito del seriado ¿Salida negociada a la crisis?, en el que con entrevistas y artículos de análisis vamos tras la historia del diálogo entre el Gobierno venezolano y la oposición, versión 2019. ¿Habrá humo blanco esta vez?