Salpicadas de corrupción
Un cuerpo espectacular de 90, 60, 90; una belleza incomparable, una actitud de diva ganadora y un millonario que le “ayude” a cumplir sus sueños son algunas de las cualidades que comparten las misses venezolanas y las Muñecas de la Mafia.
Ha sido un secreto a voces que el Miss Venezuela, además de ser un importante concurso de belleza, es una lujosa red de prostitución, que entre sus clientes asiduos tiene a los populares “bolichicos” quienes lograron amasar fortuna en poco tiempo con negocios turbios en la estatal Petróleos de Venezuela (PDVSA), y proyectos eléctricos.
Caso tal es el de Diego Salazar, quien en sus inicios se ganaba la vida vendiendo seguros en la calle y saltó a tener una vida “bendecida y afortunada”, gracias a los contratos de seguros de PDVSA a los que su primo hermano, Rafael Ramírez, le facilitó el acceso.
La fundación Diego Salazar, cuyo nombre es en “honor” a su padre exguerrillero y miembro fundador del Movimiento Quinta República (MVR) Diego Antonio Salazar Luongo, es una organización sin fines de lucro cuyo objetivo es brindar apoyo a niños abandonados o de bajos recursos, una hermosa labor que sirvió de fachada para fines más lucrativos, pues, a través de la fundación se llevó a cabo el desfalco de más de 2 mil millones de dólares a PDVSA.
El fin de semana pasado, la cuenta en instagram @osmidejesus hizo referencia a los “negocios” de la Fundación Diego Salazar en la que artistas como Zoraya Villarreal y Vanessa Goncalves tendrían una bien retribuida participación.
Esta publicación encendió la red social y las ollas comenzaron a destaparse. La animadora Annarella Bono salió en defensa de su amiga Zoraya, llevándose por el medio a otras exmisses a quienes acusó de haber colaborado con la institución.
“Allí (en la fundación) estaba la futura esposa de un cantante radicado en Miami y todos aquí aman jajaja”, respondió Bono haciendo referencia a la exmiss Internacional 2011, Blanca Aljibes, novia de Víctor Drija.
Luego fue el turno de Anyela Galante de recibir su parte, pues Bono la tildó de “zorra y enchufada”, además le pidió a la también egresada de la Quinta Miss Venezuela, Angie Pérez –hoy día dedicada al periodismo de investigación- hacer un reportaje sobre Anyela, ofreciéndole su ayuda para el mismo.
“Ahora resulta que Annarella Bono me va a ayudar a producir reportajes sobre enchufadas??? Ya va espérate, que me hago pis de la risa”. Escribió Pérez en respuesta, lo que hizo que Bono estallara “todas son unas zorras y aquí todo el mundo las alaba. La arrechera que me da es que las únicas enchufadas somos nosotras. Cuerdas de bipolares”, escribió la animadora.
La estocada final la dio una miss que prefirió quedar en el anonimato, a través de @osmidejesus, pues esta señaló como responsable de crear un vínculo entre las mises y la “fraudulenta” institución a la zarina de la belleza Gisselle Reyes, profesora de pasarela de la Quinta Rosada.
Imagen: Osmi
Este escándalo apenas había empezado con la Miss Mundo Claudia Suárez, quien depositó un millón de dólares en la Banca Privada de Andorra, que presuntamente le había dado Diego Salazar, quien, según Armando.Info, fue el patrocinante de Suárez en el Miss Venezuela en 2006.
Hasta ahora, ninguna ha desmentido las acusaciones y algunas solo optaron por desactivar los comentarios en sus redes.
Quienes no están implicadas condenan el “episodio”
Mariangel Ruiz, cuyo nombre no apareció entre las acusaciones, se valió de su cuenta Twitter para dar su punto de vista “La decencia estuvo ultrajada, destrozada y casi asesinada este fin de semana en las redes, por parte de personas que, para mayor gravedad, tienen aún un espacio en los medios de comunicación. Es insólito!” escribió la exmiss.
Por su parte, María Gabriela Isler también se refirió al incidente. “Es muy lamentable estos comentarios, porque como mujeres estamos haciéndonos daño, y espero que se pueda solucionar o aclarar, o quienes estén involucrados puedan dar su voz y su voto”, puntualizó.
Ahora bien, más allá de la vinculación de Diego Salazar con el lavado de activos a través de la fundación del mismo nombre y otras empresas de maletín, en su mayoría registradas en Panamá, las exmisses lo que condenan es el vínculo que tiene este con el chavismo a expensas de su relación familiar con el expresidente de PDVSA, Rafael Ramírez.
¿Sería igual de “bochornoso” si se les vinculara con algún corrupto declarado opositor?
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Por Yonaski Moreno / Supuesto Negado