Por Earle Herrera –
El atajo está en la naturaleza de una oposición que se acostumbró a buscar el poder por trochas y caminos verdes.
El comandante Chávez, quien les ganó en su ley, supo de golpes, sabotaje petrolero, goteo de militares, bloqueo de los puertos con tanqueros de PDVSA, Plaza Altamira, referendo consultivo inconstitucional, guarimbas, periplo nocturno Fuerte Tiuna-Turiamo-La Orchila y otra vez guarimbas.
Por la vía electoral, de 25 procesos, la derecha ganó dos nacionales y varios regionales, todos reconocidos de inmediato por los bolivarianos. De los ganados por el chavismo, nunca reconoció ninguno, incluso llegó a cantar fraude en aquellos en los que se abstuvo. Es tal su obsesión con la palabrita que, en elecciones donde no participó, dice que le hicieron fraude.
Empero, aunque no le ha ido nada bien por los atajos, insiste en esa vía corta y engañosamente rápida. Se puede redactar todo un glosario del fracaso y la terquedad, tan estéril como cruenta para acceder al poder: renuncia, consultivo, 333, insania mental, salida, 350, abandono del cargo, dimisión, falta absoluta, quiebre.
Esta semántica de las trochas no ha prendido en el pueblo y no ha incendiado la pradera.
A la pobre Rosalinda se la han jugado mil y una veces, tantas como el número de ultimátums que le han dado, primero al comandante Chávez y luego al presidente Maduro. En su auxilio no ha venido un indio bravo, sino un gringo colorado llamado Donald Trump. Con este, juran, “coronaremos el último y gran atajo”.
Para lavarse la cara de todo lacayismo, arguyen que la injerencia yanqui obedece a la estafa que significaron las elecciones del 20 de mayo de 2018. Pero ocurre que el Decreto de Obama que nos declara una amenaza inusual y extraordinaria para la seguridad de EE.UU., como las sanciones que le sucedieron, se dictaron y aplicaron antes de esas elecciones. Y mucho antes fue el reconocimiento yanqui al golpe de Carmona Estanga. Sopla aquí.
El imperio se cansó de subvencionar golpes y líderes de plastilina y origami.
Aunque lo crean así, este no es el último atajo de la oposición porque esta fue echada a un lado. EE.UU., con Europa de cola, decidió asaltar brutal y directamente la vida y hacienda de todos los venezolanos. En eso está…por ahora.
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Tomado de El Kiosco de Earle