En días recientes la economista y profesora del doctorado de la USB, Pasqualina Curcio, publicó un artículo titulado “Paradoja bolívar-petro” en el que señala lo que considera un “error mayúsculo” en la política de recuperación económica.
Según Curcio la metodología con que se calcula el petro atentaría contra el valor del bolívar soberano. Lo explica así:
“… [Si] aumenta el precio del petróleo de 60 a 100 US$/barril, por una parte se aprecia el petro, y por la otra, la relación bolívar-petro pasará a ser 6000 BsS/petro, lo que resulta de multiplicar el tipo de cambio, 60 BsS/US$ por el nuevo valor del petro, 100 US$/petro. Es decir, debemos dar más bolívares por cada petro, por lo tanto, el bolívar se deprecia con respecto a esta criptomoneda”.
“Al anclar el bolívar al petro y este, a su vez, al barril de petróleo, cualquier aumento del precio del hidrocarburo (único bien de exportación de nuestra economía) implicará, paradójicamente, una depreciación del bolívar”.
Si Curcio califica este error como mayúsculo, esto es porque el bolívar es la moneda de circulación nacional, la “unidad en la que se marcan todos los precios en nuestra economía”.
La depreciación del bolívar, en este caso con respecto al petro, pero como consecuencia de su supuesta pérdida de valor con respecto al dólar, incidirá sobre los niveles de precio de la economía, generará inflación”.
Agrega que en la medida en que es posible cambiar divisas por petros es certero el riesgo de una fuga de divisas.
Pronostica además que, siguiendo la Ley de Gresham, lo más posible es que el petro, moneda más fuerte gracias a la metodología de cálculo de su valor, termine por desplazar al bolívar soberano.
Añade que al anclar una moneda a la otra, estas necesariamente competirán porque la valorización de una dependerá de la depreciación de la otra.
“Si se quiere fortalecer el bolívar no debería permitirse la circulación simultánea de ambas monedas. El petro debe quedar exclusivamente como divisa para el intercambio comercial extranjero”.
Más aun, asegura que “siendo el ataque a la moneda el factor determinante del aumento de los precios generales de la economía, tampoco detendrá la hiperinflación”.
Tras su análisis propone que para detener la hiperinflación habría que fortalecer el bolívar soberano y no el petro, para lo cual habría que tomar cuando menos dos medidas: “1) anclar el bolívar directamente a los commodities y no a través del petro; 2) recuperar las reservas internacionales”.

Que para esto puede usarse cualquier commoditie: oro, petróleo, diamantes, o una canasta de ellos.
“El cálculo dependerá de tres variables: 1) la cantidad de bolívares soberanos que circula en nuestra economía; 2) la cantidad de oro disponible, certificado y monetizado en las bóvedas del BCV; 3) el precio internacional del oro”.
La ventaja estaría en que estas tres variables “serían menos susceptibles de ser manipuladas a través de portales web”.
“En cuanto al precio internacional del oro, hay quienes pudiesen intentar manipularlo, pero estarían afectando todo el sistema monetario internacional, ya que todos los países tienen oro como parte de sus reservas internacionales, especialmente EE. UU., China, Japón, Rusia, Alemania, Francia, Suiza y hasta el FMI”.
Para que su política funcione, la autora insiste en que lo que habría que garantizar sería que el oro producido por Venezuela llegue efectivamente al BCV y sea rápidamente certificado y monetizado:

Establecer una política cambiaria que impida la fuga de divisas y garantizar un mejor uso de las mismas:
Además los “capitales privados, a quienes ya se les otorgó un espacio para transar libremente sus divisas deberán traerlas y no esperar que le sean asignadas por el Estado”.
También sería importante recuperar la producción petrolera y aumentar la cantidad de oro en las bóvedas del BCV, certificado y monetizado.
Asegura que “contar con mayores reservas internacionales disminuye la probabilidad de que terceros pretenden manipular el valor del bolívar”. Y concluye con un llamamiento al Gobierno nacional:
“Sugerimos al equipo encargado de la materia revisar la metodología de cálculo de la relación bolívar-petro y resolver la paradoja. Tarea que debería hacerse antes del 5 de noviembre, es decir, antes de que inicie la compra de petros con bolívares”.
Por Julia Cardozo / Supuesto Negado