“La oposición venezolana (…) debe comprometerse a hablar con el gobierno de EEUU y exigir que levante la persecución económica y financiera contra Venezuela”, ha demandado en reiteradas ocasiones el presidente Nicolás Maduro.
Precisamente este es uno de los entuertos de lo que se especula si serán resueltos en República Dominicana entre el gobierno y la oposición venezolana, quienes intentan nuevamente en la Mesa de Diálogo contraer compromisos formales que permitan trascender la coyuntura política y superar la severa crisis económica.
El ministro de Comunicación e Información, Jorge Rodríguez, jefe de la delegación chavista para la Mesa de Diálogo, adelantó que no firmará ningún acuerdo que no reciba una respuesta efectiva a las peticiones realizadas en la isla caribeña.
Recordemos que la orden ejecutiva emitida por Donald Trump en agosto de 2017, prohíbe a cualquier persona, entidad, empresa o asociación, legalmente radicada o que realice actividades en EEUU, transar nuevos bonos de deuda emitidos por el gobierno de Venezuela y Petróleos de Venezuela (Pdvsa).
Adicional, anunciaron sanciones contra funcionarios y altos personeros del Gobierno, mientras que la Unión Europea aprobó sanciones contra Venezuela y aún desconoce a la Asamblea Nacional Constituyente, al tiempo que reclama respeto a la Asamblea Nacional en desacato e independencia del poder judicial.
En su momento, la Mesa de la Unidad Democrática (MUD) lanzó un comunicado y apoyó el decreto imperial. Pero ahora que les toca sentarse con el Gobierno ¿continuarán con esta postura?
A pesar del hermetismo de los avances reales en los acuerdos, la oposición mantiene que sus puntos de discusión son el cronograma de elecciones y garantías electorales, la liberación de los llamados presos políticos, la apertura de un “canal humanitario” y el cese de las expropiaciones.
El diputado Luis Florido, integrante de la comisión opositora en el diálogo descartó ante medios internacionales que la MUD pueda interceder ante Estados Unidos. “Las sanciones no las hemos colocados nosotros. En la Asamblea Nacional hacemos diplomacia parlamentaria”.
En cambio, Enrique Márquez, diputado de Un Nuevo Tiempo (UNT), aseguró que si el Gobierno logra “un equilibrio institucional” producto del diálogo, la propia AN acompañaría al Ejecutivo “para que esta situación generada por las sanciones contra Venezuela que tengan que ver con el endeudamiento y el crédito público pueda ser subsanada”.
¿Qué opinan los mediadores de las sanciones?
El ex jefe del gobierno español José Luis Rodríguez Zapatero, y sus homólogos de Panamá, Martín Torrijos, y de República Dominicana, Leonel Fernández, expresaron a través de un comunicado –dos días después de la orden ejecutiva de Trump– que se han hecho avances para lograr una solución pacífica en Venezuela y que “las sanciones y la hipótesis esgrimida de una intervención militar no contribuyen a una solución inteligente y constructiva y son profundamente inconvenientes”.
Según el comunicado de los mediadores, existen nuevos datos que hacen más necesario que nunca retomar el camino hacia un acuerdo de convivencia pacífica y democrática “y por ello piden a la comunidad internacional contribuir en ese proceso”.
Por su parte, los países del ALBA (Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América) denunciaron que las sanciones son violatorias de los más elementales principios del Derecho Internacional y afectan la calidad de vida del pueblo”.
¿Cuál actor de la oposición es el que realmente se sienta con EEUU?
Luego de los resultados de las recientes elecciones municipales, la MUD está muy fracturada. El sector abstencionista azuza a la opinión pública a través de los medios de comunicación y desecha el diálogo, mientras que la comisión que se reúne con el gobierno lucha por quitarse la etiqueta de “colaboracionista”.
Primero Justicia (PJ) juega a dos bandas. Mientras mantiene, junto a Un Nuevo Tiempo (UNT), el liderazgo dentro de la comisión opositora en la Mesa de Negociación, algunos analistas aseguran que continúa de intermediario entre ciertos lobbies petroleros de EEUU y con funcionarios del gobierno gringo.
Además de su reunión con H.R. McMaster, consejero de seguridad de Trump y uno de los cargos más cercanos a la presidencia, Borges mantiene comunicaciones con el cubano americano Marco Rubio (senador republicano por Florida), Ben Cardin (del partido Demócrata y senador de Maryland) y John McCain (senador republicano por Arizona).
Mientras tanto Acción Democrática (AD), cuyos gobernadores juraron ante la ANC, ha intentado “pasar agachada”. Sin embargo, su presidente, Henry Ramos Allup, quiso guardar distancia en cuanto a sus relaciones con EEUU y en una entrevista aseguró que “no es un partido financiado por ningún poder extranjero ni por la National Endowment for Democracy (NED)”.
En las manos y en la voluntad de estos personajes está buena parte del destino del país. Es necesario que en la Mesa de Diálogo los actores políticos del gobierno y la oposición acuerden un plan para comenzar a superar inmediatamente la crisis económica.
Asumir responsabilidades y reconocer errores es imprescindible para conseguir acuerdos preponderantes.
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Por Edgard Ramírez / Supuesto Negado